En ocasiones nos encontramos ante la situación, no siempre sencilla, de explicarle a alguien qué es la psicología profunda y para qué sirve. Voy a responder en este artículo a estas cuestiones y dar algunas claves sobre esta ciencia tan desconocida como apasionante.
La psicología profunda es la ciencia que estudia el alma y la vida interior del ser humano. Se ocupa de la conciencia y sus fenómenos, de lo que nos mueve por dentro y lo que vivimos en nuestro interior.
Los seres humanos vivimos, pensamos, amamos, soñamos. Muchos acontecimientos exteriores e interiores tienen lugar a lo largo de nuestra existencia, acontecimientos que nos marcan y nos van forjando. Se nos graban en la conciencia todas las informaciones relativas a la formación, al carácter y a la autoridad que vamos adquiriendo. Lo que acontece en la vida de un ser humano no desaparece sin más con el paso del tiempo. Permanece en la conciencia y nos afecta. Condiciona nuestro presente y nuestro futuro.
La Psicología profunda permite intervenir en nuestra vida interior. Gracias a sus medios de trabajo podemos elaborar los complejos negativos que tanto nos atascan, podemos transformar las opiniones equivocadas que van en contra de nuestra naturaleza y podemos deshacer las falsas proyecciones que provocan. Además permite tratar enfermedades psicosomáticas que exceden el ámbito de la medicina y diferentes enfermedades psíquicas como la fobia, la adicción, la histeria, la psicosis, etc… La psicología profunda dispone de medios fiables y objetivos para el diagnóstico y la curación de estos trastornos, así como para mantener una higiene psíquica.
La psicología profunda nace con Sigmund Freud (1856-1939) a finales del siglo XIX buscando respuestas al origen de los trastornos psíquicos del ser humano. C. G. Jung (1875-1961) la amplió en aspectos decisivos y abrió la puerta a considerar las dimensiones invisibles de la realidad de forma científica. Pero ha sido Walter Odermatt (1932-2018) quien la ha situado en el lugar que merece. La ha dotado de una base científica sólida y la ha ordenado en una estructura sistemática integral. La psicología profunda es una ciencia joven en proceso de desarrollo con multitud de nuevas posibilidades de investigación y temas fascinantes por completar.
La diferencia fundamental entre la psicología profunda y la psicología convencional es que la psicología convencional se ocupa sobre todo de la conducta. Su propósito consiste en suprimir los síntomas sin llegar a su origen y por tanto su enfoque es limitado. Mientras que la psicología profunda va al fondo de los problemas, a su origen y los trata desde la raíz para evitar que vuelvan a brotar o aparezcan con otro aspecto.
En el trabajo con la psicología profunda uno se hace consciente de sus potenciales y de sus debilidades, de sus grandezas y sus miserias. Los medios de trabajo de la psicología profunda sirven para averiguar la dotación con que un ser humano viene a este mundo y para detectar posibles desviaciones en el desarrollo de estos potenciales, además de las enfermedades que esto puede provocar. La causa de la mayoría de las enfermedades se encuentra en la psique y se manifiestan primero en ella. Las enfermedades aparecen primero en el interior y podemos detectarlas ahí. Si prestamos atención a los síntomas que las delatan, tendremos la posibilidad de curarlas antes de que se en el exterior provocando daños en el organismo. Esto será la clave del sistema sanitario del futuro.
[divider style=»empty» margin_top=»20px» margin_bottom=»20px»]La base de la psicología profunda son la cosmología y la antropología.
La cosmología estudia la imagen del mundo. La imagen del mundo es la representación de la realidad que abarca todo el cosmos. La imagen del mundo antropocéntrica describe cuatro mundos que se compenetran, cuatro niveles de la realidad que existen simultáneamente y que tienen sus propias leyes diferenciadas. Los cuatro mundos de la imagen antropocéntrica del mundo son: el mundo exterior, el mundo de la materia, la conciencia, el mundo de las informaciones, el más allá, el mundo de los sueños y el mundo interior, el mundo de los arquetipos divinos.
Estos mundos son realidades independientes que experimentamos y vivimos de hecho, aunque no seamos conscientes de ello o lo neguemos. Es decir, vivimos simultáneamente en cuatro mundos que para nosotros resultan inseparables entre sí.
Esta imagen del mundo sirve para entender todos los fenómenos que acontecen en la vida de un ser humano
[divider style=»empty» margin_top=»20px» margin_bottom=»20px»]La antropología explica la esencia del ser humano, su naturaleza y su estructura fundamental. Explica el proceso de individuación en la vida con sus diferentes fases y sus correspondientes tareas y además, nos muestra la diferencia esencial entre hombre y mujer y el amor entre ambos.
La imagen del hombre es la clave para entender al ser humano.
Los medios de trabajo de la psicología profunda son: las asociaciones, los dibujos del inconsciente, la interpretación de los sueños y la imaginación activa. Con ellos se puede acceder a la vida interior de un ser humano e intervenir en ella.
© Francisco Llorente 2012
Tu artículo me parece interesante. Creo que recoges los aspectos esenciales de la psicología profunda. Quizas faltaría un detalle: el inconsciente colectivo, un «mundo» inconsciente que compartimos todos los seres humanos, o también las personas que compartimos una misma cultura. Lo menciono porque el inconsciente colectivo, como todo lo inconsciente, es una inmensa fuente de riquezas. Así Jung decía que la sombra (inconsciente) está «compuesta en su gran mayoría de oro puro» (cuando se la hace consciente y se puede aprovechar). En mi trabajo terapéutico uso el potencial de los arquetipos para conectar a los clientes por ejemplo con el héroe, pero también con figuras simbolizadas en el tarot, como la Fuera, la Muerte, el Sol, etc.